martes, 2 de agosto de 2011

Lastima que solo tenga una oportunidad.

He nacido ahora, en este momento, en este presente. Es todo una pena que solo pueda disfrutar de una vida en este mundo, solo este instante, fugaz y corto.

Me hubiera encantado estar presente al inicio de los tiempos, edad de piedra, homosapiens, descubriendo el poder del fuego, cazando para sobrevivir, sin exceso de posesiones, sin ética ni valores, solo mi instinto a flor de piel presente en mí.

Colonizar los rios, en la edad antigua, y ver crecer las ciudades, descubrir los primeros trazos y dibujos llamados escritura, empezar a manejar los metales que la tierra me ofrece, adorar a dioses egipcios y quedarme atónito con sus obras arquitectónicas.

Sentarme en el suelo junto a los demás y escuchar a Jesucristo, dejarme cautivar con sus ideas, sorprenderme con su poder de masas, admirar la fe ciega que siempre existirá en nuestro mundo.

Luchar siendo un Samurái, por mi honor y gloria, deslumbrar con el metal de mi espada a todos mis enemigos, ser fiel a mis ideas y a mi pueblo.

Conquistar Constantinopla con los turcos y dar paso al renacimiento, luchar por el progreso y reconocimiento del hombre como persona, lograr el paso al nuevo pensamiento idealista y divino.

Compartir ideas con Copérnico, imaginar y soñar con Da Vinci, analizar los medios y el fin con Maquiavelo, descubrir nuevos mundos junto a Colón, escuchar a Mozart componer sus melodías…

Luchar contra la inquisición y el poder absorto de la iglesia mientras huimos de ellos por las callejuelas.

Ensillar mi caballo junto a Simón Bolívar y luchar con mi espada por América, que mi sangre sirva de precedente para la liberación y acabe con la barbarie de los invasores.

Levantar mi puño en alto y gritar ¡libertad! Para todos aquellos rincones del mundo que son gobernados y sometidos por otro más fuerte que se cree dueño de sus tierras, enfrentarme a los señores feudales con mi cabeza alta, mi voz viva y nuestros rastrillos y herramientas del campo.

Calcular junto a Einstein mil y un logaritmos imposibles, intentar ver a través de sus ojos lo que piensa y marcar un después en el mundo de la ciencia.

Ver la cara de Tomas A. Edison cuando se iluminó su primera bombilla.

Sentir el viento en la cara y ver el mundo desde la más alta cima con Edmun Hillary cuando conquistó el Everest.

Ser un activista contra la guerra de Vietnam y junto a Martin Luther King luchar por los derechos civiles de afroamericanos.

Ver la tierra desde los ojos de Neil Amstrong aquel 20 de Julio.

Ver a los Beatles y Curt Cobain en directo y dejar que su guitarra me invada y recorra mi cuerpo con cada una de sus puntadas.


A pesar de todo, debo tener en cuenta que quien llora por no haber visto el sol, no podrá ver las estrellas del cielo.

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