lunes, 12 de diciembre de 2011

Microrelato XII: Su pelo



Nada parecía indicar que algo pudiera perturbar esta apacible mañana de domingo, hasta que me he encontrado una pinza del pelo que ella se dejó, la última vez que estuvo aquí.
La pongo en la palma de mi mano, cierro el puño y empiezo a apretar fuertemente. Intento recordar el dulce olor de su pelo, el delicado tacto de su lisa melena entre mis dedos. Cierro los ojos e inspiro profundamente. Durante unos segundos vuelvo a ser feliz. Pero un dolor en la mano me devuelve a la realidad. Abro la mano, entumecida, y cojo aquel duro trozo de plástico que durante unos instantes me ha servido como máquina del tiempo.

Con lágrimas en los ojos, me deshago de su último recuerdo. Último, hasta que encuentre otro objeto que me coja de imprevisto y me vuelva a desgarrar el corazón… Recordando, irremediablemente sus últimas palabras, sus últimas mentiras…